Redacción | Provincia.- El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ha presentado esta mañana en el Aeropuerto de Jerez de la Frontera la Campaña de vigilancia de velocidad que realiza esta semana, del 18 al 24 de abril, la Dirección General de Tráfico (DGT).
Una campaña en la que se duplica el número de controles con respecto a los que se realizan habitualmente y en la que se está recordando a los conductores la importancia de respetar los límites de velocidad y la necesidad de adecuar la velocidad a las circunstancias meteorológicas y del tráfico.
De Torre, acompañado por la jefa provincial de Tráfico, Piedad Sánchez, y por el teniente responsable del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, ha calificado los controles de “trabajo importante que salva vidas al prevenir accidentes, no sólo de quien conduzca a velocidad inadecuada o haya consumido drogas o alcohol, sino también de otras personas que se encuentren en la vía”.
La velocidad, ya sea excesiva (por encima de los límites establecidos) o inadecuada (dentro de los límites pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, el vehículo o el conductor) es un grave problema de seguridad vial y sigue siendo una de las principales causas de los accidentes de tráfico.
PROVINCIA DE CÁDIZ
En lo que va de año 2016, de los 9 accidentes con víctimas mortales (8 de ellos ocurridos en vías convencionales) que se han producido en la provincia, con un total de 10 fallecidos, 5 de ellos tenían como factor principal la velocidad inadecuada y han deparado 6 víctimas mortales (2 de ellos viajaban en motocicleta).
Cinco de los 9 accidentes de 2016 han sido por salidas de vía (exceso de velocidad) en vías convencionales, 2 por atropello en vías convencionales y 2 por colisiones frontales en vías convencionales.
Para concienciar a los ciudadanos de la peligrosidad de conducir con exceso de velocidad, 180 agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil y los helicópteros de la patrulla de Sevilla que patrullan Cádiz participan en las vigilancias.
A pesar de la gran importancia de la Campaña en la mejora de la Seguridad Vial, sólo tres municipios de los 44 que conforman la provincia se han adherido a la misma: Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera.
El subdelegado ha hecho un llamamiento a los ayuntamientos gaditanos para que colaboren en mayor medida con la DGT, al tiempo que ha subrayado que “hay que concienciar a la sociedad de que respetar los límites de velocidad establecidos es esencial para reducir la siniestralidad”.
La DGT ha dado a conocer los 30 tramos de las carreteras secundarias de nuestra provincia que tienen mayor índice de accidentalidad y de mortalidad, “para que los ciudadanos conozcan la peligrosidad de las vías por las que circulan y adapten la velocidad a las condiciones de las mismas, extremen la precaución y cumplan las normas estipuladas en esas vías”, ha indicado el subdelegado, “por lo que hacemos los mayores esfuerzos en estas campañas de sensibilización”.
La DGT mantiene 37 convenios de colaboración en materia de Tráfico con ayuntamientos gaditanos. Por medio de estos convenios, la DGT cede vehículos policiales, alcoholímetros, cinemómetros e imparte cursos de radar y de control de alcohol y de drogas a los agentes de las policías locales.
Faltan Algar, Benaocaz, El Gastor, Grazalema, Trebujena, Zahara de la Sierra y Castellar de la Frontera, pendientes de firmar.
HELICÓPTEROS CON SISTEMA ‘PEGASUS’
En la presentación de la campaña se ha contado con la presencia de un helicóptero de la DGT con sistema de radar ‘Pegasus’, capaz de detectar los excesos de velocidad de los vehículos desde el aire. El aparato ha realizado un vuelo demostrativo con un cámara de TV a bordo.
El pasado mes de marzo hizo 3 años que se puso en marcha el primer radar ‘Pegasus’ en uno de los helicópteros de la Dirección General de Tráfico, un mecanismo incluido en la cámara de vigilancia que llevan los helicópteros que es capaz de controlar la velocidad de los vehículos y detectar infracciones de velocidad desde el aire.
Desde entonces la DGT ha equipado 8 de los 12 helicópteros de los que dispone con este tipo de sistema, que se localizan en los diferentes Centros de Gestión del Tráfico (A Coruña, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza) de modo que la vigilancia sobre la totalidad de las carreteras de su competencia, en especial vías convencionales, queda completa.
Los radares ‘Pegasus’ constan de dos cámaras: una panorámica, que facilita el seguimiento y captación de la velocidad, y otra de detalle, que permite leer la matrícula del vehículo.
Con respecto a un radar fijo con el que se controla sólo un punto concreto de la carretera, este sistema aporta la facilidad de vigilar cientos de kilómetros en un vuelo de 2 horas de duración. Desde el aire, con una mejor visión, se puede ser mucho más selectivo en el control de vehículos que circulen con exceso de velocidad o conductas temerarias.
Además de la velocidad, este sistema puede captar otras infracciones desde el aire como el mantenimiento de la distancia de seguridad entre vehículos, distracciones, uso del teléfono móvil, uso de los elementos de seguridad como casco o cinturón de seguridad, y maniobras peligrosas y antirreglamentarias.
MENOR CUMPLIMIENTO, MAYOR VIGILANCIA
En el último estudio de medición de la velocidad libre realizado por la Dirección General de Tráfico, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 Km/h son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad.
Debido a esta situación, los Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles en este tipo de vías, ya que son carreteras que presentan un mayor riesgo vial y que registran 8 de cada 10 fallecidos.
Como ya se ha indicado, la velocidad es uno de los factores que provoca más fallecidos en accidentes de circulación. La velocidad adecuada es aquella que se adapta a las condiciones de la vía, del tráfico y de las características psicofísicas del conductor. Circular a la velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de fallecidos en accidentes de tráfico. Cada año, más de 300 personas fallecen en España en las carreteras en accidentes en los que la velocidad fue un factor concurrente.
El incumplimiento de los límites de velocidad establecidos es uno de los problemas con los que se enfrenta la Unión Europea, quien en su último informe solicitó a todos los Estados miembros hacer cumplir el código de circulación, construir y mantener las infraestructuras y realizar campañas de educación y sensibilización para reducir la siniestralidad viaria.
Una de estas medidas es la actual Campaña de Vigilancia de la velocidad establecida a nivel nacional por parte de la Dirección General de Tráfico. Una campaña que tendrá siete días de duración en la que se está recordando a los conductores la importancia de respetar los límites de velocidad y de la necesidad de adecuar la velocidad a las circunstancias meteorológicas y del tráfico.
La importancia que tiene la seguridad vial en las ciudades ha llevado a la Dirección General de Tráfico a invitar a los ayuntamientos a sumarse a la misma. El mensaje a transmitir, independientemente de la Administración que gestione la circulación, es que los límites de velocidad siempre se deben respetar, más aún en las ciudades con tantos actores que comparten las vías al mismo tiempo (coches, motocicletas, bicicletas, peatones, etc.)
Además, la campaña traspasa nuestras fronteras y se realiza de forma simultánea en más de 25 países europeos a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).
Estas campañas de sensibilización sirven para que los conductores sean conscientes de las gravísimas consecuencias que tiene conducir con velocidad excesiva/inadecuada o tras consumir alcohol o drogas, sustancias que multiplican los accidentes y aumentan la mortalidad.
RAZONES PARA RESPETAR LOS LÍMITES DE VELOCIDAD
Cada año, más de un millón de conductores circulan a velocidades superiores a la permitida, un hecho que en ocasiones tiene consecuencias letales, no sólo para los ocupantes del vehículo que no han respetado los límites de velocidad, sino para terceras personas que compartían la vía en el momento del suceso.
A continuación se enumeran varias razones por las cuales es imprescindible, además de obligatorio, cumplir los límites de velocidad:
- Un aumento del 5% en la velocidad provoca aproximadamente un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y del 20% en los accidentes con víctimas mortales.
- A partir de 80 Km/h es prácticamente imposible que un peatón salve la vida en un atropello. A una velocidad de 30 Km/h el riesgo de muerte del peatón se reduce a un 10%.
- Llevar la velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en accidentes de tráfico.
- A 120 Km/h se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el vehículo que conducimos. Esta distancia no sólo depende del vehículo, sino de las condiciones psicofísicas del conductor.
- El exceso de velocidad no sólo incide en la seguridad vial, también tiene una influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de la vida y el consumo de combustible.
¿A QUÉ VELOCIDAD PUEDO CIRCULAR?
La velocidad genérica máxima para turismos y motocicletas en autopistas y autovías sigue siendo de 120 Km/h. En carreteras secundarias, dicha velocidad es de 100 ó 90 Km/h en función de la anchura del arcén y en las vías urbanas la velocidad genérica es de 50 Km/h. Para furgonetas, camiones y autobuses, la velocidad máxima genérica es inferior, tal y como se recoge en el artículo 48 del Reglamento de Circulación.
Por tanto, los conductores que incumplan estas velocidades genéricas, así como las velocidades específicas establecidas en cada momento, estarán cometiendo una infracción grave o muy grave, sancionada con una sanción de 100 a 600 Euros y la pérdida de entre 2 a 6 puntos, dependiendo del exceso de velocidad cometido.
En el caso de que el exceso de velocidad fuera superior en 60 Km/h en vía urbana o en 80 Km/h en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses o la multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días; y en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.