Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?». Eso dice el Evangelio de Mateo, no mas. Ni como se llamaban, ni la cantidad que había, ni si eran reyes, ni si venían de diferentes emplazamientos.
Algo si tenemos claro, los que se llamaban “magos” son realmente un grupo de sabios con conocimientos religiosos y filosófico, según la acepción de esa palabra por aquel entonces.
La referencia sobre el numero de magos y sus nombres los da dos textos del Siglo V. El primero titulado “Excerpta latina bárbari” y el segundo es un Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard; en diferentes orden. Nada de que eran negros, asiáticos o europeos.
Lo mas curioso es la leyenda que puso en disposición el Santo padre Benedicto XVI. El Santo Padre sostiene que los sabios que fueron adorar al niño nacido en Belén, realmente vinieron de la antigua Tarsis o Tartessos. Tarsis, era esa zona ubicada entre las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla; aunque la tradición ha desarrollado este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos interpretándolo como de los tres continentes, África, Asía y África.
No sabemos de donde vinieron, como se llamaban, ni si realmente eran reyes. Lo que es seguro, es que cada 6 de Enero, la tradición hace que todos los niños de España y buena parte del mundo, no pierdan la ilusión cada navidad; al terminar una de las fiestas mas importantes del año.