Redacción | Cádiz.- La Unidad de Estancia Diurna de la asociación gaditana ha celebrado su tradicional Día de la Familia en el Parque de Astilleros
Reunir a los usuarios con sus familiares, monitores y voluntarios, en una jornada al aire libre, disfrutando de risas, abrazos, conversaciones y una buena comida, esa es la finalidad de la celebración del Día de la Familia en la Unidad de Estancia Diurna de Afanas Cádiz. Sus casi 30 usuarios, gravemente afectados, pasaron un día de convivencia en el Parque José Celestino Mutis, también conocido como Parque de Astilleros, de la capital gaditana.
El acto central de dicha jornada fue una comida organizada por Afanas Cádiz en los merenderos del parque, de la que dieron buena cuenta todos los asistentes, a la vez que los usuarios disfrutaban del día al aire libre y los familiares intercambiaban vivencias, en un clima divertido.
“Venimos realizando esta actividad desde 2009”, señala Julia López, directora de la Unidad de Estancia Diurna de Afanas Cádiz, “y es la más emotiva de las que hacemos. Cada año nos brinda la ocasión de compartir opiniones, inquietudes y experiencias del día a día de los usuarios”.
Otro de los objetivos que el personal de Afanas Cádiz se plantea en ese día es empatizar con los familiares de los usuarios y transmitirles que no están solos para conseguir una mejora en la calidad de vida de sus seres queridos “y que nosotros estamos apoyándolos para que se cumplan los derechos de los discapacitados”, afirma López. Algo que ponen en práctica durante el Día de la Familia, en el que los parientes pueden ver cómo los monitores potencian las habilidades sociales de dichos usuarios, fomentando las relaciones interpersonales fuera de su entorno, así como la inclusión social.
“Este año hemos tenido una gran participación por parte de los familiares en la actividad”, concluye la directora de la Unidad de Estancia Diurna. “Terminamos la jornada con gran satisfacción y con ideas para que el año que viene sea aún mejor”.
La Unidad de Estancia Diurna de Afanas Cádiz da servicio a una treintena de usuarios gravemente afectados con total dependencia. El objetivo de las actividades de dicha unidad es que estas personas sean lo más autónomas posibles, sobre todo a la hora de comer y desplazarse. Para hacerlo posible, el equipo compuesto por ocho cuidadores y rehabilitadores, un profesor de educación física y una trabajadora social, junto con un psicólogo, trabaja día a día para mejorar las condiciones de vida de cada uno de los usuarios.
