Hoy día vivimos en una sociedad, en la cual se ha inculcado poco respeto y mucho odio hacía la bandera de España y su himno.
Da pena pensar, que cualquier país del territorio mundial, lleva con orgullo los colores de su bandera e himno, y que nosotros no. No tienen miedo a salir a la calle con camisetas o equipaciones. A ellos nadie les increpa por llevar esa indumentaria o por colgar en sus viviendas o edificios público ese trozo de tela con historia que les diferencia del resto de países.
En el territorio nacional donde vivimos, solo nos nace la vena españolista cuando gana la Selección, el los premios de Fórmula Uno, el baloncesto, en cualquier evento deportivo donde nuestro país se juegue un puesto. Pues bien, que pasa el resto de días de los 365 que tiene el año, ¿No somos españoles?.
Yo a esta actitud la describo de autentica hipocresía, y que solo sacamos a relucir la roja y gualda junto a su himno cuando nos conviene.
Con todo ello, no quiero dejar pasar la oportunidad que me brindan estas líneas para criticar enérgicamente, la falta de respeto de aquellos que dicen “no sentirse español” y que insultan a los que se sienten así. A los que en televisión han aparecido limpiándose los mocos con la bandera, pisoteándolas, o pasándosela por la entrepierna, dejan mucho que desear sobre todo cuando estos aparecen en pantalla y son los verdaderos interlocutores entre los medios y el público.
Me llaman facha, por sentirme orgulloso de mi bandera, pero ¿alguien realmente sabe los que significa esa palabra que tanto gusta expresar a la mayoría? La historia argumenta que la bandera tiene dos significados, “sangre y oro”. “Sangre” por la derramada de todos los que dieron su vida por la patria y “oro” porque fue una de las más ricas del mundo. De hecho hay un dicho que asegura que “hubo un tiempo donde en todos los territorios españoles nunca se ponía el sol”.
Esos insultos de facha como hacía mención anteriormente, vienen promovidos por aquellos que se empeñan en remover lo ocurrido en la Guerra Civil Española. Una guerra donde no hubo vencedores sino inocentes que murieron sin tener culpa de nada. Dos bandos que luchaban contra hermanos, a veces hasta de su misma sangre, por unos ideales políticos surrealista y perversos que no miraban por el bien se su pueblo.
Con todo esto, quiero expresar que tengamos los ideales que tengamos, todos somos españoles, nos guste o no si estamos nacionalizados en este país. Solo pido un poco de respeto y recordarles que todos tenemos la misma bandera e himno. El que veja a un español siendo de igual nación se insulta a sí mismo.
Si me lo permiten quiero terminar con una frase mu célebre: “quién al grito de viva España con un viva no responde, si es hombre no es español y si es español no es hombre”.
Firmado
“El Cletus”
