Llega en estos días un nuevo periodo de compras navideñas, un espacio de tiempo en el que quien más y quien menos realiza compras a modo de regalos para familiares, amigos, etc.
Los niños son los que más regalos reciben en las Navidades. Son numerosos los juguetes que reciben y en muchas ocasiones éstos no son adecuados para su edad o por su temática. Hay que realizar en este asunto un ejercicio de responsabilidad desde una perspectiva de la educación para esos niños.
En la Unión de Consumidores de Cádiz hemos puesto especial énfasis en educar a esos menores de edad desde los propios regalos que reciban de Papá Noel o de los Reyes Magos de Oriente. No debemos dejar a un lado esa educación en esas edades tan tempranas y, por ello, es necesario un ejercicio de responsabilidad por padres, familiares, etc.
En este apartado educacional entra el evitar juguetes que tengan contenido sexista o violento. Aquí hemos denunciado en diferentes ocasiones juguetes que en los catálogos publicitarios donde aparecen reflejados se muestran con actitudes preocupadas por las tareas del hogar o por los hijos para las niñas y en actitud activa y relacionada con vehículos de motor, deportes, etc. para los niños. Esto se debe evitar al igual que los juguetes que fomenten la guerra, la violencia. Igualo al término juguete a los videojuegos. En diferentes ocasiones también hemos denunciado la creciente violencia en estos videojuegos puestos en manos de menores de edad en muchas ocasiones.
Otro aspecto importante de los juguetes es la seguridad de los mismos. Debemos ser vigilantes de esta seguridad y denunciantes en el caso de que veamos alguna irregularidad tanto en el etiquetado como en las condiciones de seguridad de estos productos. La integridad física de nuestros hijos está en juego y no debemos dejarla a un lado.
Se trata, por tanto de todo un ejercicio de comparación de calidades desde este punto de vista y que debe, sobre todo, tener en cuenta las preferencias y gustos del niño unido a la edad del mismo. Uno de los principales defectos que tenemos a la hora de regalar juguetes es que regalamos productos recomendados para edades superiores a la que tiene el destinatario del mismo. Por tanto, también desde ese punto de vista debemos estar alerta con esta cuestión y ser igualmente responsables.
Otra cuestión aparte es el número de juguetes, la cantidad de ellos que reciben los niños. Respecto a este punto hay que decir que el hecho de que el niño tenga muchos juguetes no debe implicar diversión garantizada. Es más, en muchos casos produce un efecto contrario. Así, debemos tener en cuenta este aspecto a la hora de poner en práctica esa responsabilidad educacional que tenemos hacia los más pequeños de nuestra casa.
Si tenemos en cuenta todos estos aspectos habremos ganado mucho en la educación de nuestros hijos. No lo olviden: también se puede educar desde el juego. No lo desaprovechemos.
Miguel Ángel Ruíz
Presidente de la Unión de Consumidores de Cádiz